Es la vida sin Cristo una ilusión, al ser Cristo el camino, la verdad y «la vida» no hay forma de vivir sin Él tras conocerlo. Cristo es fuente de vida y esta expresión lejos de referir algún plano físico encierra una connotación superior a una mente humana y es el entender que la vida es más allá que un corazón latiendo, unos pulmones respirando o un cerebro funcional, porque cuando Dios creó al hombre sopló sobre él aliento de vida que es el sustento de la humanidad, por lo que aquel hombre que vive lejos del Padre, que no puede sentir su aliento de vida, no vive sino que en su andar en esta tierra, ciertamente, muere… Podemos concluir que la vida en Cristo es la verdadera vida por cuanto, al llegar Él a nuestras vidas, experimentamos cambios radicales, para bien, como si volviéramos a nacer, esta vez a nacer de su sacrificio, para más nunca ser esclavos sino hijos. Es Cristo la vida porque aún la muerte no pudo detenerle y su amor cubrió todas nuestras faltas y pecados, lo cual es suficiente para tener una vida rendida a Él, aún más después de descubrir que esa es la verdadera vida, porque sin Cristo no hay vida… Únete a vivir la vida en Cristo, no dejes pasar la oportunidad de crecer en la verdad ahora que Dios te ha inquietado, porque Él llama a la puerta de tu corazón porque te ama, te ama tanto que su vida dió por ti y en su muerte recibimos la vida.